sábado, 14 de julio de 2012



Origen del perro:
El perro doméstico procede muy probablemente del lobo (canis lupus). Esta hipótesis está basada en estudios morfólogicos, comportamentales y genéticos. Por ejemplo, el adn mitocondrial del perro es idéntico al del lobo en un 99’8%.
La antigüedad del perro es controvertida, según los registros arqueológicos datan de unos 14000 años y según especialistas de genética molecular de unos 135000 años.
Principales cambios de conducta causados por la domesticación:
1.     NEOTENIA: El perro adulto muestra un comportamiento que en muchos aspectos es parecido al de un lobo de pocos meses de edad. Es la retención de caracteres juveniles en la edad adulta. El perro adulto mantiene caracteres deseables en un entorno doméstico como una mayor dependencia de los propietarios, poca agresividad, instinto depredador poco desarrollado, inclinación al juego, etc
2.     CONDUCTA SOCIAL: Tanto el perro como el lobo son animales sociales y establecen jerarquías en el grupo. En el perro, sin embargo, la jerarquía es menos marcada que en el lobo y no se establece a una edad tan temprana. En el lobo las interacciones agresivas para establecer relaciones de dominancia aparecen a las 4-5 semanas de vida y desembocan rápidamente en una jerarquía estable dentro de la camada. En el perro, por el contrario hasta el 4º mes de vida no se establece.
3.     CONDUCTA ALIMENTARIA: Ambas especies muestran un tipo de conducta muy flexible. La domesticación ha causado una disminución de la neofobia alimentaria, es decir, el rechazo a los alimentos desconocidos.
El instinto depredador es más acusado en el loba que en el perro, lo que no significa que algunos perros en determinadas circunstancias muestren conductas depredadoras.
4.     OTRAS CONDUCTAS como el ladrido. Los lobos raramente ladran y cuando lo hacen emiten un sonido más apagado. En general, los perros ladran más que los lobos, además lo hacen en muchos contextos diferentes.
Los perros marcan con orina mucho más frecuentemente que los lobos.
5.     CONDUCTA SEXUAL: El perro alcanza la madurez sexual mucho antes que el lobo. Las hembras tienen su primer celo entre el sexto y noveno mes de edad, y los machos llegan a la madurez sexual más tarde. Los lobos no son maduros sexualmente hasta el final de su segundo año de edad. El lobo sólo es fértil en la época de reproducción mientras que los perros son fértiles todo el año. El lobo tiene una fuerte tendencia a ser monógamo, mientras que el perro muestra un comportamiento sexual más promiscuo.