miércoles, 25 de julio de 2012

PERROS Y GATOS:

Perros y gatos
 
Todos conocemos el eterno y legendario conflicto entre perros y gatos… pero ¿qué tan difícil puede ser lograr que se lleven bien? La convivencia entre perros y gatos SI es posible y de hecho un gato y un perro pueden llegar a ser amigos inseparables. La buena convivencia dependerá mucho de la personalidad y temperamento del perro, del gato y por supuesto de su dueño.
Los cimientos de la relación se construyen en el momento de la presentación y la primera impresión que ambos tengan será determinante.
Los perros por naturaleza son cazadores y ese instinto es lo que los lleva a perseguir objetos o individuos por ejemplo, los gatos. Ya que ambas especies son predadores por naturaleza tendremos que trabajar y conocer los secretos para lograr una buena convivencia entre ambos.
Antes de la Presentación:
  • Asegúrate de que tu perro tenga claros los comandos de “sentado”, “echado” y “quieto” y que se los hayas enseñado con un programa de entrenamiento 100% positivo en donde tu perro haya aprendido que obedecerte es divertido, interesante y algo que le gusta hacer. Estas prácticas te permitirán controlar mucho mejor la presentación y convivencia entre perros y gatos.
  • Enseñarle el uso del kennel/transportadora a tu Super Cachorro, te será de gran utilidad.
  • Antes del momento de la presentación, dale a tu perro un súper paseo y cánsalo. Después del paseo, espera 15 minutos y dale de comer. Así estará 100% relajado antes del encuentro con el gato.
La Presentación:
  • Lo ideal es que la presentación se lleve a cabo en un terreno neutral para ambos y fuera de casa.
  • Durante la presentación mantén a tu perro con correa y al gato a un distancia razonable (mínimo 10 metros). Necesitarás que alguien te ayude con el gato o tener al gato dentro de una transportadora. Si notas que tu Super Cachorro se altera al ver al gato, cálmalo. Para calmarlo lo ideal es que camines un poco con el en sentido contrario al gato y en cuanto se relaje lo premies. Tendrás que repetir este ejercicio hasta lograr que tu perro empiece a entender que mientras el gato esté presente, el debe permanecer tranquilo. Si no logras conseguir la calma de tu perro quiere decir que la distancia que actualmente hay entre él y el gato no es suficiente y la presentación debe empezar desde una distancia mayor. Premia a tu perro SIEMPRE que este calmado o deje de mirar fijamente al gato.
  • Hasta que la distancia crítica entre perro y gato no pueda reducirse, acercarlos repentinamente puede ser muy mala idea.
  • Cuando logres que tu perro esté cerca del gato sin alterarse, es tiempo de integrarlos. No esperes que se toleren de inmediato y que entiendan cómo comportarse. No deberás forzar la convivencia. El primer paso es conocer las necesidades de cada especie y respetarlas.
La Convivencia:
  • Tu perro debe tener su propio espacio en casa así como momentos a solas de juego, además de una rutina bien establecida. En pocas palabras debes procurar su equilibrio tanto dentro como fuera de casa.
  • Tanto perros como gatos deberán tener espacios diferentes para comer. Podrán comer a la misma hora pero no en el mismo lugar.
  • También debrás poner en espacios distintos sus lugares de descanso.
  • Evitar que se sientan “invadidos” ayudará a prevenir pleitos.
  • Cuando estén conviviendo en casa, es importante premiar y felicitar a tu Super Cachorro cada vez que se encuentre relajado y que te guste su conducta, así continuará aprendiendo que al comportarse de ese modo mientras está cerca del gato sucederán cosas buenas.
  • Aprende a conocerlos a ambos y a identificar cuando alguno de los dos se sienta incómodo y esté pidiendo “tiempo fuera”. Así evitarás que se sientan presionados y favorecerás la buena convivencia. En cuanto notes que alguno se siente irritado por el otro, sepáralos.
  • Deberás vigilar siempre su convivencia. Eso te ayudará a entenderlos mejor, a leerlos mejor y a evitar accidentes. Eventualmente podrás decidir si pueden llegar a convivir a solas o no.
Debes prepararte psicológicamente porque algunas veces simplemente “no están destinados” para convivir. Puede haber perros que muestran una conducta agresiva e inevitable frente a los gatos y viceversa. Sin embargo en la mayoría de los casos, se puede lograr una convivencia armónica entre ambas especies. El secreto está en tu capacidad de controlar la situacion, de entender el lenguaje de ambos y ayudarlos a encontrar su ritmo y su espacio. Recuerda valerte de métodos siempre positivos en donde ignores las malas conductas y premies siempre lo que te gusta. Premiar tanto a tu gato como a tu perro los ayudará mucho a entender que “ese comportamiento” es algo bueno y digno de repetirse.